La asociación Arapiles colaboró en julio de 2008 en la celebración de la Feria Noryauyina en Llapay, provincia de Yauyos (Perú). Interesante muestra de artesanía, gastronomía y danza tradicional de las comunidades andinas.
miércoles, 31 de diciembre de 2008
martes, 19 de agosto de 2008
ABORTO NO, NUNCA
La realidad del aborto. Frente a la demagogia de la cultura de la muerte, las imágenes que se ofrecen son duras... pero más dura es la realidad.
Se ruega por ello no matar al mensajero.
En consecuencia, ante el aborto di: NO, NUNCA!
domingo, 17 de agosto de 2008
ANTE LA MUERTE DE UNA REINA

El sentido de la trascendencia en el rey don Fernando el Católico, hombre de Estado y esposo enamorado, a propósito de la muerte de su esposa Isabel:
"Aunque su muerte es, para mi, el mayor trabajo que en esta vida me pudiera venir, y por una parte el dolor de ella y por lo que en perderla perdí yo y perdieron todos estos reinos, me atraviesa las entrañas, pero por otra viendo que ella murió tan santa y católicamente como vivió, es de esperar que Nuestro Señor la tiene en la gloria , que es para ella mejor y más perpétuo reino que los que acá tenía"
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jueves, 14 de agosto de 2008
CAMPO DE TRABAJO EN PERÚ. Julio de 2008
La asociación Arapiles colabora en proyectos de desarrollo en el área afectada por el terremoto de agosto de 2007, concretamente en el centro poblado menor de la Quebrada (San Luis de Cañete) y en las comunidades de Alis y Tintín (Yauyos)
lunes, 23 de junio de 2008
UN HOMBRE PARA TODAS LAS HORAS

Tomas Moro: algunas pinceladas
Una persona equilibrada, optimista, afable, ingeniosa, abnegada, con una marcada propensión hacia el bromear. De bromas supo mucho Moro, y también de seriedad. Quizá por estas cualidades le buscó Enrique VIII, que no dejó de frecuentar su amistad hasta que enloqueció. Todo ello compatible con su fuerte determinación e inquebrantable tenacidad.
La riqueza de matices de la personalidad de Tomás Moro resulta difícil de encerrar en una biografía o una película. Quien más cerca estuvo, quizá, de definir certeramente la figura del santo inglés fue su amigo Erasmo, que le aplicó el elogio clásico: «El hombre que se adapta tanto a la seriedad como a la broma, y cuya compañía resulta siempre agradable, ése es el hombre que los antiguos llamaban un hombre para todas las horas».
Esa definición de Erasmo es aplicable a Tomás Moro en un sentido mucho más amplio del que quizá a primera vista pudiera parecer:
1.- "Un hombre para todas las horas" es el mejor amigo imaginable. Siempre está. Su compañía en los momentos de alegría la hace difusiva, honda y auténtica. En el dolor, conforta y en el fracaso sabe mostrar la luz al final del tunel. Siempre tiene la palabra adecuada, capaz de hacer reir y de dar consuelo.
2.- Fue un hombre que pasó por toda la escala de experiencias que un hombre pudo vivir. Desde el más rotundo éxito del Lord Canciller de Inglaterra, hombre de confianza del rey, intelectual de prestigio en toda la Europa del renacimiento, rodeado de amigos, próspero, con una familia a la que adoraba y que le correspondía con idéntico afecto, hasta el momento de perderlo todo, abandonado de casi todos, incomprendido por su esposa y amigos, deshonrado y solitario en la Torre de Londres durante más de un año esperando la muerte a manos del verdugo. Todo ello sin perder una paz de espíritu que continuó siendo expansiva hasta su último aliento, como se puede apreciar en su correspondencia con su hija Margaret. Sea cual sea la hora del hombre, en la cumbre y en el abismo, encontrará en Tomás Moro un modelo cálido y cercano.
3.- Fue un hombre que supo mantenerse siempre igual, siempre el mismo, con una coherencia que pasa por encima de todo, lejos de esas personalidades fragmentadas tan al uso en esta era de la postmodernidad, que se tornan diferentes en virtud de los ambientes o de los vientos que soplen. En este sentido cabe afirmar que es un "hombre para la eternidad" si la eternidad es la contemplación permanente de la Belleza inmutable, que nunca pasa y nunca envejece. Solo así se comprende que el hombre que todo lo tuvo fuera capaz de renunciar espléndidamente a todo. Se negó a firmar el Acta de Supremacía que hacía del rey Enrique VIII la cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Como su gran predecesor, Tomás Becket puso su vida al servicio de la Verdad y de su conciencia, resistió las lisonjas de los trueques y los compromisos, venció las presiones que le llegaban de todas partes, hasta apoyar la cabeza en el cepo del verdugo, afrontando una muerte infamante sin gestos dramáticos ni actitudes de grandeza desdeñosa.
Tomás Moro fue, en efecto, un hombre para todas las horas.
domingo, 15 de junio de 2008
SAMUEL CUMPLE NUEVE AÑOS
¿Es que esta vida no es humana?

100.000 muertos al año en España, víctimas del aborto. Inocentes que mueren a manos de quienes más obligación tienen de protegerlos.
En España el aborto está despenalizado por razones eugésicas hasta la semana 22 de gestación. Samuel fue operado con 21 semanas. Si hubieran decidido acabar con su vida, podrían haberlo hcho al amparo de la ley.
Frente a aquellos que han renunciado a la razón por la locura, la vida de Samuel nos recuerda que la dignidad humana no está sometida a circunstancias, condiciones ni plazo.
Dr. Joseph Brunner, médico que realizó la cirugía: "Desde que Samuel tocó mi mano nunca más podré realizar abortos en mujeres con niños que presenten malformaciones."

sábado, 14 de junio de 2008
LA CONVERSIÓN DE SARTRE
Interesante y desconocido testimonio de quien pasa por ser el paradigma de intelectual comprometido marxista. El hombre que prestó respaldo al mayo del 68, a la revolución cultural china, que percibió la náusea de afirmar la existencia finita del hombre, que consideró a "los otros" como un infierno, pudo haber encontrado una salida a su personal angustia existencial.

Poco antes de morir de la muerte de Sartre, el diario Le Nouvel Observateur, recogió su diálogo con un marxista:
"No me percibo a mi mismo como producto del azar, como una mota de polvo en el universo, sino como alguien que ha sido esperado, preparado, prefigurado. En resumen, como un ser que solo un Creador pudo colocar aquí; y esta idea de una mano creadora hace referencia a Dios"
La antigua compañera de Sartre, simone de Beauvoir quedó alucinada:
"Todos mis amigos, todos los sartrianos, todo el equipo editorial me apoyanen mi consternación"
Verdaderamente, si Sarte rechazó concebir la vida en el contexto del universal azar a cambio de la creencia en los designios de un Creador,puede comprenderse la conternación de sus colegas. Por que si tal es la confesión del padre del moderno ateismo existencialista, entonces podemos certificar el colapso del ateismo existencialista. Por lo que parece, incluso Sartre, que habría ya admitido que el ateismo es un asunto cruel y de profundas consecuencias, no pudo vivirlo él mismo hasta el final.
Por Rupert Sheldrake

Poco antes de morir de la muerte de Sartre, el diario Le Nouvel Observateur, recogió su diálogo con un marxista:
"No me percibo a mi mismo como producto del azar, como una mota de polvo en el universo, sino como alguien que ha sido esperado, preparado, prefigurado. En resumen, como un ser que solo un Creador pudo colocar aquí; y esta idea de una mano creadora hace referencia a Dios"
La antigua compañera de Sartre, simone de Beauvoir quedó alucinada:
"Todos mis amigos, todos los sartrianos, todo el equipo editorial me apoyanen mi consternación"
Verdaderamente, si Sarte rechazó concebir la vida en el contexto del universal azar a cambio de la creencia en los designios de un Creador,puede comprenderse la conternación de sus colegas. Por que si tal es la confesión del padre del moderno ateismo existencialista, entonces podemos certificar el colapso del ateismo existencialista. Por lo que parece, incluso Sartre, que habría ya admitido que el ateismo es un asunto cruel y de profundas consecuencias, no pudo vivirlo él mismo hasta el final.
Por Rupert Sheldrake
martes, 10 de junio de 2008
GRANDES PENSAMIENTOS Y ALGUNA PARIDA (1)
EL GOZOSO LAMENTO DE UN CORAZÓN INQUIETO
"¡Tarde te amé belleza, tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Como una bestia me lanzaba sobre las cosas bellas que Tú creaste.
Me tenían atado, lejos de Ti, esas cosas que, si no estuviesen sostenidas por Ti, dejarían de ser. Me llamaste, me gritabas, rompiste mi sordera.
Brillaste y resplandeciste ante mi, y limpiaste de mis ojos la ceguera.
Exhalaste tu Espíritu , aspiré su perfume y te deseé.
Te gusté, te comí y te bebí.
Me tocaste y me abrasé en tu paz."
AGUSTÍN DE HIPONA: Las confesiones.
FRENTE A LA IMPERTINENCIA, LA FINA ELEGANCIA DE LA IRONÍA.
-Sr. Churchill, tenga por cierto que si fuera mi marido, vertería veneno en su copa.
-Señoria, si yo fuera su marido, tenga por cierto que me lo bebería.
Winston Churchill a una parlamentaria en la Cámara de los Comunes. Gentileza de Cuquina
"¡Tarde te amé belleza, tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Como una bestia me lanzaba sobre las cosas bellas que Tú creaste.
Me tenían atado, lejos de Ti, esas cosas que, si no estuviesen sostenidas por Ti, dejarían de ser. Me llamaste, me gritabas, rompiste mi sordera.
Brillaste y resplandeciste ante mi, y limpiaste de mis ojos la ceguera.
Exhalaste tu Espíritu , aspiré su perfume y te deseé.
Te gusté, te comí y te bebí.
Me tocaste y me abrasé en tu paz."
AGUSTÍN DE HIPONA: Las confesiones.
FRENTE A LA IMPERTINENCIA, LA FINA ELEGANCIA DE LA IRONÍA.
-Sr. Churchill, tenga por cierto que si fuera mi marido, vertería veneno en su copa.
-Señoria, si yo fuera su marido, tenga por cierto que me lo bebería.
Winston Churchill a una parlamentaria en la Cámara de los Comunes. Gentileza de Cuquina
lunes, 9 de junio de 2008
Arenga de Aragorn
Un buen ejemplo de actitud que ha de tener en la vida el hombre que persiga un fin.
Seguid en posición, hacedles frente.
Hijos de Gondor y Rohan, mis hermanos...
Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón.
Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera
en que olvidáramos a nuestros compañeros
y se rompieran los lazos de nuestra comunidad
Pero hoy no es ese día.
En que una hora de lobos y escudos rotos, rubricaran la consumación de la edad de los hombres.
Pero hoy no es ese día.
En este día lucharemos...
Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra.
Os llamo a luchar
Seguid en posición, hacedles frente.
Hijos de Gondor y Rohan, mis hermanos...
Veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón.
Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera
en que olvidáramos a nuestros compañeros
y se rompieran los lazos de nuestra comunidad
Pero hoy no es ese día.
En que una hora de lobos y escudos rotos, rubricaran la consumación de la edad de los hombres.
Pero hoy no es ese día.
En este día lucharemos...
Por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra.
Os llamo a luchar
D. Francisco Sarmiento y el momento heroico de un puñado de españoles
Algunos piensan que la vida es el valor supremo, particularmente, pienso que no, por que la vida se acaba y por ello no puede ser un absoluto. Por ello, me emociona el episodio que a continuación se relata
En 1538, el Emperador se hallaba decidido a dar plantar cara al turco, poniéndose él mismo al frente de la expedición que había de conquistar Constantinopla.
De este modo y como preparación de lo que se proyectaba, se llevó a cabo una penetración en la costa dálmata con ocupación del punto fuerte de Castelnuovo, donde quedaría como guarnición un tercio viejo al mando de D. Francisco Sarmiento. Daba inicio una de las gestas más singulares del ejército español en todo el Quinientos.
Fue en ese lugar donde un puñado de los entonces llamados soldados viejos, aguantó en el verano de 1539 la acometida de todo un ejército acaudillado por Barbarroja, el temible almirante de la flota turca. Apenas 4.000 hombres frente al ejército turco, no inferior a 50.000 hombres, asistidos por toda la flota otomana. Y eso un día tras otro, librando encarnizados combates a lo largo de 15 jornadas; combates en los que perecieron casi todos los hombres, luchando “espalda contra espalda” –según se lee en las crónicas de la época- para mejor rechazar los asaltos que les venían por todas partes.
De este modo y como preparación de lo que se proyectaba, se llevó a cabo una penetración en la costa dálmata con ocupación del punto fuerte de Castelnuovo, donde quedaría como guarnición un tercio viejo al mando de D. Francisco Sarmiento. Daba inicio una de las gestas más singulares del ejército español en todo el Quinientos.
Fue en ese lugar donde un puñado de los entonces llamados soldados viejos, aguantó en el verano de 1539 la acometida de todo un ejército acaudillado por Barbarroja, el temible almirante de la flota turca. Apenas 4.000 hombres frente al ejército turco, no inferior a 50.000 hombres, asistidos por toda la flota otomana. Y eso un día tras otro, librando encarnizados combates a lo largo de 15 jornadas; combates en los que perecieron casi todos los hombres, luchando “espalda contra espalda” –según se lee en las crónicas de la época- para mejor rechazar los asaltos que les venían por todas partes.
El 15 de julio de 1539 se presentó ante Castelnuovo el almirante Barbarroja con una formidable armada de 220 naves , transportando 20.000 soldados, de los cuales 5.000 eran genízaros; esto es, solo la temible fuerza de choque turca era más numerosa que toda la guarnición española. Al encuentro de Barbarroja llegaban además por tierra 30.000 soldados más. En otras palabras, se cerraba el cerco por mar y por tierra.
En un principio Barbarroja se tomó el asedio con calma, plantando su artillería, que la tenía y muy poderosa y en la que confiaba para doblegar fácilmente a los españoles. El 23 de julio, considerando ya ultimada la fase inicial, mandó un ultimátum a D. Francisco Sarmiento para que se rindiera con los suyos entregando la plaza; un ultimátum con honrosas condiciones: se le facilitaría el paso a Italia con todos sus hombres, y a banderas desplegadas, amén de la golosina de 20 ducados por cada soldado, el equivalente a ocho meses de paga. Solo se exigía que abandonase la artillería y las municiones.
Es en ese momento cuando el relato de dos cabos del capitán Vizcaíno, unos de los pocos supervivientes de la matanza, alcanza su máximo interés. D. Francisco Sarmiento consideró que debía transmitir a sus hombres las honrosas propuestas de Barbarroja:
“El Maestre de Campo comunicó a los capitanes, y estos a los oficiales, Y RESOLVIERON QUE QUERÍAN MORIR EN SERVICIO DE DIOS Y DE SU MAJESTAD, Y QUE VINIESEN CUANDO QUISIESEN”
Así de sencillo. Ante la lucha desesperada, sabiendo que no pueden contar con socorro alguno, aquel grupo de españoles prefieren mantener el puesto que se les había confiado. Se les ofrece la vida, y aún en condiciones que a otros podrían parecer honorables. Por otra parte, saben bien que la alternativa supone la muerte y sin embargo, añaden la increíble invitación:
“...Y QUE VINIESEN CUANDO QUISIESEN”
No tuvo más remedio Barbarroja que lanzar sus hombres al asalto.
Los turcos habían osado simultanear el fuego artillero con el asalto, con lo cual su propia artillería había matado a no pocos de los suyos, de modo que tras siete días deciden cambiar de táctica. Durante toda la primera semana de agosto, Barbarroja volcó todo su poder artillero sobre el castillo de la plaza, hasta no dejar piedra sobre piedra:
“...dejándolo tan llano que podrían entrar a caballo...”
Pero aquellos valientes siguieron defendiendo la plaza y los restos que quedaban del Castillo; apenas 500 soldados, contra los miles que se les venían encima. Aún seguían animándolos el maestre de campo D. Francisco Sarmiento y los capitanes Juan Vizcaíno, Luis de Haro y Machín de Monguía. Ya no quedaba sino morir, las espaldas contra las espaldas.
“...dejándolo tan llano que podrían entrar a caballo...”
Pero aquellos valientes siguieron defendiendo la plaza y los restos que quedaban del Castillo; apenas 500 soldados, contra los miles que se les venían encima. Aún seguían animándolos el maestre de campo D. Francisco Sarmiento y los capitanes Juan Vizcaíno, Luis de Haro y Machín de Monguía. Ya no quedaba sino morir, las espaldas contra las espaldas.
Apenas sí hubo supervivientes. Tres o cuatro docenas, malheridos, cayeron cautivos como esclavos y como tales fueron llevados a Constantinopla.
¿Fue inútil la gesta de Castelnuovo? No lo creyeron así los contemporáneos. Ante Castelnuovo desgastó Barbarroja su poderío cuando ya alardeaba de poner el trono de Solimán sobre Roma. Pero sobre todo enseñó a Europa entera hasta donde podía llegar España por defender a la Cristiandad.
El emperador celebró conmovido el heroísmo de aquel puñado de españoles que murieron defendiendo una idea: la Europa cristiana.
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