La realidad del aborto. Frente a la demagogia de la cultura de la muerte, las imágenes que se ofrecen son duras... pero más dura es la realidad. Se ruega por ello no matar al mensajero. En consecuencia, ante el aborto di: NO, NUNCA!
El cuadro de Caspar David Friedrich es un buen icono del hombre. De espaldas, puede ser cualquier hombre, pero con el contorno bien definido, con aplomo, como para subrayar la singularidad exclusiva de cada existencia humana.
Desde lo alto, puede sentirse dueño de la naturaleza y aún de su propia vida, pero su bastón de viajero señala su carácter transitorio y el paisaje envuelto en la bruma advierte frente a la simplicidad de quien contempla la existencia ignorando el Misterio que le da significado.
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